Todavía siento el poder y magia del parto. Me siento orgullosa de mi misma y orgullosa de mi hija, agradecida por tener a mi lado un hombre que confió plenamente en nosotras, y por tener la guía y soporte de mujeres sabias y comprometidas acompañándonos.
Comparto mi experiencia con mucho cariño y agradecimiento, pues yo también me inspiré, aprendí y nutrí de la experiencia de otras mujeres.
Sara nació el 24 de noviembre d 2013 por la mañana en San Cristóbal de las Casas, Chiapas. México.
La fuente se me rompió el 23 de noviembre en la madrugada. Al principio no estaba segura si era la fuente o no, pues no fue un chubasco de agua, si no apenas chorritos cada tanto. Ademas no había tenido contracciones y recién cumplía la semana 38. Ya no pude dormir. Agus, mi esposo se levantó mas temprano de lo normal pues esa mañana tenía que viajar a Tuxtla Gutierrez. Lo ví y le dije: «Hija ya va a llegar» (todavía no sabíamos su nombre). Silencio, risas, abrazos, emoción.
Esperé que amaneciera para hablarle a Cristina, nuestra partera, y ella me lo confirmó. Me dijo que estuviera tranquila, la bebé ya estaba de término y que lo mas probable era que el trabajo de parto iniciara en 12 o 24 horas.
Por sincronía del destino, esa misma mañana llegaba mi hermano Oliver de Monterrey, venía a pasar el fin de semana con nosotros y tomarme las últimas fotos embarazada. Al encontramos le dí la noticia: la sobrina cósmica lo había traído para estar con nosotras en su nacimiento. Esa mañana paseamos por el centro, fuimos al tianguis y ahí nos encontramos a Lety, doula y aprendiz de partera también parte del equipo que me acompañó durante el embarazo y estaría durante el parto.
Ya Cristina le había hablado y sabía que estaría de parto pronto. Platicamos, me dio ánimo y confianza. Mas tarde también vimos a Cristina, controló mi presión y escuchamos el corazón de la bebé. Estaba todo bien. Volvimos a casa, preparamos un caldo de veruras, comimos rico y descansamos.
Ahora era solo esperar.
Agus llegó a casa por la noche, y apenas llegó nos fuimos a acostar. Habían pasado creo un par de horas cuando comenzaron las primeras contracciones. Primero muy suaves, pero al poquito tiempo ya no podía estar acostada.
Me levanté y me senté en la orilla en la cama. Le mandé un mensajito a Cristina. Quedamos que la mantendría al tanto y hablaríamos mas tarde. Al ratito Agus también se levanto y empezó a tomar el tiempo entre contracciónes. Cuando se volvieron mas seguidas, 3 cada 10 min (o algo asi.) llamó a Cristina, despertó a Oliver y le pidió que llamara a la familia. Era tiempo.
Para las 3:30am de la madrugada ya estábamos todos: Agus, Cristina, Lety, Oliver y yo. El espacio perfecto. Música, luz tenue, calientito y acogedor. A partir de ahí perdí noción del tiempo. El trabajo de parto no paró mas. Cada vez venían las contracciones mas seguidas y mas fuertes. No hubo mas “breaks” o descansos largos, sólo algunos minutos entre cada ola que iba y venía.
Estuve un buen rato sentada en la pelota balanceándome y vocalizando “Aaaaaaaa.” Agus sosteniéndome por la espalda. Después pasé a apoyarme de cuatro en el sillón, otros momentos colgada de Cris o de Lety y otro buen rato metida en el baño con Agus. Moviéndome, vocalizando, respirando todo el tiempo. Así pasaron horas y hora.
Entre las sensaciones que eran cada vez mas intensas, me sorpendió sentir y reconocer a mi hija desde adentro moviéndose y abriendo camino ella también. Ahí recordé las palabras de una querida amiga y doula, Eli, quien unos días antes me habia llamado por teléfono y me habia dicho algo asi como “ tu bebé y tu son un equipo, comunícate con ella, trabajen en equipo.” Fue muy revelador para mi en ese momento y todavía lo es hoy el reconocer que no era sólo yo pariendo, también mi hija naciendo. Ella estaba presente y activa haciendo su parte. Eramos un equipo.
Hubo un momento cuando las contracciones eran más fuertes y empezaba a sentirme cansada, que entró la mente con sus dudas. Pensé: ¿Porque elegí eso?, ¿por qué, por qué, por quéee?… le dije a Agus “¡Me duele mucho!” casi llorando. Pero me di cuenta que al externalizarlo, al decir “me duele” en voz alta se hacia mas real, como si tomará fuerza. Así que en ese momento volví a respirar, a exhalar largo por la boca y a vocalizar. Necesitaba disolver ese pensamiento y mantenerme presente. Sólo sentir y dejar que el dolor llegue y pase. Cada contracción me acercaba mas a conocer a nuestra hija.
Fuimos muy afortunadas, tuvimos la mejor compañía, la mejor guía y apoyo. Agus siempre en calma, apenas me decia algunas palabras de ánimo, masajeaba mi espalda baja y me sostenía. Lety masajeaba mis piernas y en ratitos me daba para tomar un poco de té. Cris presente, en silencio transmitiendome confianza en todo momento, guiándome a respirar. Oliver acompañando también desde su lugarcito y en silencio (¡ni me di cuenta en que momento tomaba fotos, pero sacó fotos hermosas!) y todos vocalizando conmigo.
En un momento vi por la ventana un filito de luz, me dí cuenta que amanecía. No tenía idea cuanto tiempo había pasado. Cristina me preguntó si quería meterme a la bañera que ya estaba lista. Acepté, entré y el agua calientita y la ligereza de poder soltarme ayudó a relajarme y sacar presión de mi sacro. Me acomodé sentada recargada hacia atras, Agus por fuera me sostenía la cabeza y los hombros.
Las contracciones continuaban fuertes, respiraba. Y otra vez la mente volvió: Le pregunté a Cris “¿Cuánto falta?, ¿Cuánto he dilatado?” Sólo recuerdo que con toda calma me dijo que todo iba bien, creo que también me dijo que la única forma de saber (cuanto había dilatado) era haciendo un tacto, lo cual yo sabía que de no ser necesario era mejor evitarlo. Así que solo regresé a respirar. Su energía suave me tranquilizó. Además no había mucho espacio para pensar, me dejé llevar: las olas seguían y me llevaban hacia adentro fuera de la razón. Dentro de mí sabía que todo estaba bien, y confiaba totalmente en mis parteras, sabía que ellas nos comunicarían cualquier cuestión que surgiera.
Agus se metió a la bañera conmigo, fue muy reconfortante recargar mi espalda en él y tener ese contacto. Después de un rato Cristina me sugirió acomodarme en alguna postura en vertical. Creo que ella sabía que ya venía bajando la bebé, pues al cambiar mi posición, hincada sobre una pierna y el pie de la otra apoyado en el suelo y con el torso derechito, la energía en mi cuerpo cambió, las sensaciones cambiaron.
No sé cuanto tiempo más pasó. Comencé a sentir cada vez mas presión hacia abajo. Me acomodé en cuclillas con las rodillas separadas, Agus estaba frente a mí. Me recargué hacia delante con mis manos sobre sus piernas.
Sentí el aro de fuego, y es así literalmente como su nombre: la sensación de un aro ardiendo en la vagina. Sabía que era la cabecita de mi bebé empujando hacía afuera. Mi cuerpo se abrió y la sentí con mi mano entre las piernas. Emocionada le dije a Agus, «¡es su cabecita!». Calma. En unos pujos más (ni idea cuántos, ni cuánto tiempo pasó) salieron sus hombritos y espalda, y finalmente sus piernitas. (Esto me lo platicó Agus después, pues él estaba frente a mi.) Bajé la mirada y vi a mi bebé dentro del agua con los ojos abiertos y sus brazos y manitas abiertas. la tomé y la traje a mi pecho, piel con piel, toda arrugadita, hecha bolita con sus piernitas recogidas. “¡Bienvenida!” le dije. No puedo describir la sensación de tenerla ya en mis brazos. Alivio, emoción, cansancio. Nos quedamos en la bañera, maravillados, los tres despiertos, los tres juntitos: Agus, Sara y yo. Nuestras queridas parteras, Cris y Lety conteniendo el espacio y el tío Pilo presente y retratando este momento mágico.
Se creó un espacio y tiempo sólo nuestro, solo calma, sin ninguna intervención. Sara aprendiendo a respirar, ella solita. Yo deshecha de amor, cansada, felíz, absorbiendo el momento.
No cambio por nada el haber sentido en cada célula de mi cuerpo la vida se abríendose paso, la emoción, el dolor, la calma, el soltar, el confiar, sentirla a ella y el haber estado despierta y presente con todo mi ser para recibirla en su llegada al mundo.
Después de un rato parí la placenta, completita, roja brillante, la compañera de mi bebé, quien la nutrió por 38 semanas y un día.
Mas tarde salimos de la bañera y ya sequitos nos acostamos los tres. Agus sostuvo en brazos a Sara quien continuaba atenta con sus hermosos ojos abiertos y todavía conectada a su placenta, mientras Oliver me traía un caldito de verdura y tortillitas de maíz.
Una vez que el cordón umbilical dejó de latir, Agus lo cortó. Lety me preparó un batido de fresa y placenta delicioso. Cristina pesó y midió a nuestra hija: 2750gr, 48 cm. Perfecta. Pasamos el resto del día juntos solo los tres. El inicio de una nueva vida.
* Antecedentes. Sé que cada mujer, cada embarazo y cada parto es diferente.
Creo que un parto natural y consciente comienza con salud, concepción y embarazo consciente. Creo que la confianza y el apoyo de la pareja y/o familia es esencial, e igual de importante es que la mujer tome decisiones informadas, que conozca sus opciones, que tenga voz desde un lugar de confianza y seguridad y no del miedo.
En nuestro caso siempre supimos que cuando llegara el momento queríamos tener un parto natural, con partera, en casa, un parto/nacimiento humanizado, cálido, consciente. Así que cuando supimos que estaba embarazada no había duda, haríamos lo necesario y buscaríamos a las personas adecuadas para hacerlo realidad. Encontramos el mejor lugar y equipo con quien iniciar esta aventura. Parte de esta decisión fue también conocer cuándo y cómo las intervenciones médicas son necesarias y salvan vidas. Lo platicamos y estuvimos conscientes y amorosamente abiertos a la posibilidad de ir a un hospital en caso de ser necesario. Una vez aclarado y decidido, esa parte quedó a un lado y centramos nuestra energía, visulización e ideación en confiar en la sabiduria de mi cuerpo y la naturaleza para que todo fluyerá en armonía durante el embarazo y pudieramos tener el parto natural que tanto deseábamos .
Y así fue. Tuve un embarazo muy saludable, aunque los primeros meses fueron difíciles por el malestar de náusea y vómito, fuera de ello todo el embarazo me sentí muy bien. Llevé una dieta vegetariana saludable y balanceada. Me mantuve activa, todos o casi todos los días caminé bastante, practique yoga suave. Cuidé mucho mi postura y realicé ejercicios para ayudar a la beba a acomodarse, sobre todo los últimos meses. Creé mis decretos, hablé mucho con Sara y en pareja disfrutamos día a día seguir el desarrollo de nuestra bebé, los cambios, la ilusión.
Fuimos muy afortunados de tener el apoyo y confianza de nuestra familia cuando les compartimos nuestro deseo y decisión de tener un parto en casa.
Desde el inicio quisimos evitar intervenciones de rutina. Decidimos hacer solo 3 ecografías durante el embarazo. Una al inicio, otra a las 20 semanas, – donde supimos que venía una niña en camino – y una más al final, a las 37 semanas. Desde la semana 6 comenzamos el seguimiento del embarazo con nuestra partera. Ademas de la parte médica, también fuimos conociéndonos, creando un lazo de confianza y familiaridad con ella. Mas avanzado el embarazo comenzamos el curso de preparación para el parto. Bien informados, reforzamos nuestra confianza en el parto como un suceso natural.
Despejamos dudas, expresamos miedos, platicamos mucho. En fin, todo sumó para que nos sintiéramos seguros, cómodos y en confianza total cuando llegó el momento del parto. Agradezco a todas las mujeres que me inspiraron y dieron confianza a través de su conocimiento, experiencias y vivencias. Especialmente a Cristina de la Cruz, Leticia Ruedas y Adriana Gil. Gracias de todo corazón.
mayte says
que hermosa descripción de ese viaje hermoso que es convertirte en madre! hermosa Sara por su trabajo en equipo. Bendiciones Kimy!
Fabiola says
Qué maravillosa historia de vida Kim, un abrazo muy fuerte para ti y para Agus que confiaron en la naturaleza y estuvieron de acuerdo en todo momento para la llega de Sara, qué alegría!! Gracias por compartir. Namaskar!
Dani O says
Simplemente MARAVILLOSO!! Gracias Kimy! se me salió una lagrimita cuando llegue a la parte de que le dijiste a Agus «es su cabecita»!! Espero un día poder vivir una experiencia así! Te mando un fuerte abrazo lleno de amor!!! Los quiero Familia Cósmica! Dani O
Sandra Estrada says
Muchísimas felicidades Kim!!! Qué experiencia tan hermosa acabas de vivir… Disfruta siempre a tu bebé cósmica y esta nueva vida que empieza para ustedes como papás. Un abrazo!
Rocio Martinez says
¡Que belleza Kimy ! yo parí hace 25 años y lo recordé como si fuera ahorita, tanto que llore de felicidad cosa que tambien te agradezco.
Felicidades mil, un beso.
Rocio Martinez says
¡ Y para colmo Sara es DIVINA!
martha garay says
Querida Kimmy, que emocion leer tu escrito, no pude evitar llorar, llorar de alegria de que eres tan afortunada de vivir el milagro de la vida. vinieron a mi tantos recuerdos! de como llego un día Martita ta sonriente platicandome que habia llegado una niña nueva a su salon de kinder que se llamaba Kim, y desde entonces, tu fuiste parte importante en mi familia, tu, un ser diferente, un ser especial, quien a su cortisima edad ya se preocupaba por los animalitos, quien ya se enamoraba de los delfines. tu belleza exterior era igual a tu belleza interior. pido solo bendiciones para ti! te quiero.
indira Sanchez says
Felicidades!!! y Gracias por compartir tan hermoso momento, muy emotivo.
Eres un ejemplo y al compartir esta experiencia, enriqueces la vida de muchas mujeres.
Nora Angelica CHarles Siller says
Que palabras pueden describir lo que se siente al leer lo que has escriito Kimy…El milagro de la vida!!
Agradesco a Dios por tenerte como hija !!! Y la llegada maravillosa de Sara!! Hermosa princesita!!
Que me ha hecho una abuela infinitamente feliz!!!
Bendiciones a los tres!!!
Los quiero!!
la Mo
ximenaperedo says
Gracias por compartir, Kim. Mil gracias por invitarnos a este círculo perfecto de bendiciones.
soledad says
Felicidades y bienvenida Sara eres hermosa. Pero que decir del fotografo?????? Excelente !!!!!! felicidades Oliver. Y los padres super amorosos y afortunados.
Bendiciones siempre <3
georgia says
Kimmy!!! que alegria!!! Me encantó leer tu experiencia.Sentí mucha emoción, hasta se salieron mis lágrimas.
Es una delicia el parto! Aunque hace 34 años esto nuevo no existía (o no se usaba) mis partos fueron muy deliciosos, súper rápidos.
Quiero decirte que Sara es del mismo día de Daniela mi baby! Un super día!
Te mando a tí a Agus muchos abrazos. Disfruta mucho! Pasa en 3 minutos la vida, ahora es momento de apapachar y compartir todo con Sara.
Felicidades!!! Te quiero!
Georgia
Lucy says
Muchas Felicidades Kim, una gran bendición es Sara, y ustedes para ella, me conmoviste tanto. los quiero 🙂
laura says
Kimy
Acabo de leer el relato, que hermoso, Estoy muy feliz por ti y por Augus. Admiro tu decisión y valentía y celebro contigo el nacimiento de esa nena. Les mando un abrazo con mucho cariño.
Belinda Aguirre de Dewey says
Kimy me siento muy feliz y orgullosa de ustedes, porque se necesita mucho valor, convicción, congruencia y seguridad para nadar contra corriente y ser fieles a ustedes mismos y Sara va a ser igual. I love you soooooooo much y felicidades por tan hermosa descripción del parto. Un beso a los tres.
Claudia says
Que valiente Kim no solo por valorar el dolor físico y aceptarlo como un mal necesario sino también valiente por darle a Sara un nacimiento humanizado apesar de lo que el resto del mundo dijera! Bravo por tu y Agus!! Dios los continúe bendiciendo!
Esmeralda Flores Valdés says
Kim y Agus. Que alegría saber que todavía hay jóvenes congruentes con su ser y con su sentir. Sara será, mejor dicho, ya es una gran mujer. Tu relato me hizo también
parir todas mis emociones. Ojalá muchas jóvenes que lo lean aprendan a dar vida con tanto amor y entrega. Enhorabuena a los tres y por supuesto también al fotógrafo.
Carmen Beatriz Padilla says
amoroso tu relato, todo el, aunque no te conozco, en tus palabras entiendo que eres una mujer de bien.
Fui compañera de la escuela primaria y secundaría de Cristina Colmano, razón por la que fui afortunada en leer estás sentidas líneas .
Me emocionó hasta las lágrimas ,recordar algo de los relatos de mi propio nacimiento, y saber que a esta bebé le depara algo de los disfrutes que adquirí en la vida y que las adversidades aprendí a salir adelante en los tantos años como los que he vivido, en parte por ir tomando naturalmente cada situación de la vida, así que la inicié, naturalmente y en casa ,Sara comienza así.
Alana Joy says
Felicidades Kim. Que descripción más bonita del nacimiento de tu hija. Me siento muy inspirada y muy contenta por ti. Te mando un abrazo fuerte.
Anastasia says
Querida cuñadita, Kimi hermosa, GRACIAS por compartir estas hermosas y empoderantes palabras. Soy muuuy privilegiada de tenerte tan cerquita y aprender tanto de ti. Te quiero mucho! Sé que Sara es un ser amado porque sus papas se aman <3 la confianza y la manera que crees en ti y crees en Sara y creíste que ella hacía su parte en el parto, me llena el corazón de felicidad! Que manera de darle la bienvenida a esta vida!
Gaby Asiain says
Muchas felicidades por ese parto tan maravilloso y por haber logrado darle a tu bebe esa bienvenida tan respetuosa. Gracias por haber compartido tu experiencia, que me conmovió porque me recordó mi partoen casa: La vocalización, el conectar con mi hija y trabajar en equipo, comunicándome con ella todo el tiempo… La emoción que sentí cuando toqué su cabecita a punto de salir! Bueno, en verdad me ha sido muy grato recordar mi parto gracias al haber leído el tuyo que se ve que fue magico.
Felicidades y muchas bendiciones!
Alex Garza says
Kim años de no saber de ti…posiblemente ni me recuerdes soy Alex Garza…estudiamos juntos en el ITESM (2003). Veo que has hecho un gran camino en tu vida y te mando un saludo y un abrazo.
Saludos,
Alex
Nicole De La Garza says
Me encantó tu relato tan tierno y detallado de tu embarazo y la llegada de Sara.
Gracias por compartir tu experiencia, que inspira, y se que inspirará a muchas mujeres a informarse y tener todas las herramientas indispensables para tener un parto como el tuyo…
Hermosa la foto, he visto muchisimas parecidas, pero la tuya es totalmente real y en tiempo real!
Es asombroso.
Saludos a la Familiaaa
Muchas Felicidades!
Sara es muy afortunada!
Un abrazoo fuerte