Each contact with a human being is so rare, so precious, one should preserve it.” ― Anaïs Nin
Por varios años evité hacer «ajustes»* a mis alumnos en la clase de Yoga. A menos que fuera una corrección muy obvia y necesaria. Pero por diferentes razones prefería no hacerlo: no me sentía segura (no tenía experiencia), mi experiencia recibiendo ajustes no había sido buena, había visto a otros instructores dar ajustes violentos con la intención de llevar al alumno mas profundo. y conozco a a practicantes de Yoga que habían sido lastimados por un ajuste forzado… A pesar de haber estudiado con diferentes maestros y estilos, desde los mas tradicionales a contemporáneos, no había encontrado la inspiración para acercarme y conectar de esa forma con mis alumnos con seguridad y confianza.
Esta experiencia, el no asistir físicamente, por un lado me ayudó a hacer mas precisas mis indicaciones y hacer mas rico mi vocabulario para expresar de forma clara cada instrucción, igualmente encontré cierto poder en permitir que el alumno sienta y encuentre por si mismo la forma de alinear su cuerpo e ir mas profundo. aunque admito que muchas veces fui atraída a usar mis manos para para mover o guíar a un alumno, pero por duda, miedo o falta de tiempo, la mayoría de las veces no lo hice.
Entonces comenzé a estudiar con Ana Forrest. Durante mi primer entrenamiento con ella, una de las características que note rapidamente en la primera clase fue la calidad de sus ajustes*: precisos, compasivos y muy efectivos, un tacto seguro, una guía, mas que a profundizar, a sentir (que realmente es la única forma de profundizar) y sobre todo la calidad de atención y empatía al estar conmigo. Después de sentir la mágia de un ajuste con integridad y mucho respeto a mi ser y mi cuerpo, observar y prácticar entre nosotros (los alumnos) siguió mi turno: guíar clase y asistir (ajustar), Ana nos pidió usar las manos y acercarnos a los alumnos lo mas posible, no nos permitía quedarnos parados viendo, mucho menos rondar sin una dirección. Ana es bastante estricta en sus entrenamientos en cuanto a prácticar ajustes y mantener la atención durante la práctica. al principio me costó trabajo, sumado a los nervios de que Ana observara todo el tiempo, pero con su guía y la de sus asistentes, poco a poco fui aprendiendo a guiarme por la intuición, confiar en mi tacto y conectar de forma mas sutil con los alumnos. Descubrí el gran poder de asistir (ajustar) desde la empatía y el amor, y finalmente a creer en mi habilidad y poder sanador de tocar, y el gran servicio que puedo hacer en cada clase a través de ello. Aprendí que el contacto, aún sutil con atención y conectado a la respiración es mágico, y puede hacer toda la diferencia del mundo en mis alumnos! Hace 3 años de esto y aún sigo aprendiendo, refinando y alimentando esta gran herramienta. Hoy busco esa conexión con mis alumnos en cada práctica, siento y veo la diferencia en ellos y en mi forma de transmitir y guiar la práctica mucho mas rica.
Aquí te comparto algunos puntos prácticos y muy útiles que he aprendido y han ayudado a nutrir la calidad de mis ajustes y conexión con los alumnos:
- Manténer la respiración profunda y pies activos todo el tiempo mientrs guías la práctica. Esto te mantendrá presente y consciente.
- Observar y sentir el grupo, evitar ajustes «automáticos», usar conscientemente tu tiempo y energía.
- Al dirigir la práctica evitar cruzar los brazos, tomarse de las manos o cerrar los puños, estas son formas de cerrarse y no permite conectar con la energía del grupo. > Es escencial permitirse SENTIR
- Confíar hacia donde se dirige tu mirada intuitivamente.
- Acércarse de forma segura y directa a tu alumno.
- Sincronizar la respiración con la de él o ella. Si no escuchas u observas su respiración, puedes pedirle que respire contigo.
- Usar la mano firme y suave (se siente muy feo sentir deditos o manos fantasmas rondándo). Transmitir seguridad y respeto al alumno.
- Guíar al alumno a través de su respiración. > A veces lo mas nutridor y lo único que necesita una persona es sentir como dirigir su respiración a cierta área, por ejemplo colocando la mano sobre sus hombros y pedirle que respire y relaje esa área, o pidiéndole que «respire hacia mi mano».
- Usar palabra claras y precisas para dar indicaciones de lo que quieres que haga el alumno. Y darle tiempo de hacerlo.
- Observar si hubo algun cambio o si no pasó nada, y si es así decidir que puedes hacer diferente. También ayuda preguntarle directamente si se siente bien.
- Al terminar, aléjarse del alumno lenta y conscientemente, y observar de nuevo si lo que hice fue efectivo asi como si cambió el flujo de energía en su cuerpo.
- CONFIAR en la intuición y poder del contacto. Tocar con respeto e integridad.
- Y por último pero no menos importante. Es prioridad cuidar tu postura al ajustar. Siempre sentir tu base antes de ajustar, si tu instructor, tienes una lesión (por ejemplo de espalda baja o lesión de hombro que no te permita tener un rango de movimiento sin dolor), si no te sientes 100% bien, o la persona a quien quieres asistir es mucho mas pesada que tú y no te sientes seguro: no ajustes. Si tienes tiempo buscaca apoyo como una pared (para asistir inversiones por ejemplo) o guía a tu alumno con tus palabras. Siempre se puede hacer algo sin comprometer tu integridad.
Una ves que aprendí a acercarme a mis alumnos, no solamente entro en un nivel de empatía sutil, sino que se crea un ciclo en el que el mismo acto de llevar mi atención a esa persona, respirar y generar un cambio, me nutre a mí. Cada contacto se vuelve una oportunidad de reconocer y reconocerme en el otro.
¿Cual ha sido tu experiencia reicbiendo o dando ajustes?, Si eres instructor de Yoga ¿Como te sientes al conectar de estar forma con los alumnos?, ¿Te gustaría tener mas confianza o práctica en este aspecto?
* No me gusta usar la palabra «ajuste» por la misma razón que no creo en «ajustar» una postura, pero no he enoctrado otra palabra para referirme a asistira a alguen en su postura.
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Armando Hernandez says
Muchas gracias por tu mensaje Kim , yo , como alumno , me encanta que me ajusten , y sueño con una clase de varios maestros » ajustadora » , en la que te alinien adecuadamente , pues es difícil eliminar errores aprendidos con el tiempo , yo cada vez que experimento un ajuste , mi cuerpo grita agradeciendolo , asimismo , que te ayuden a lograr mas elasticidad en la postura , pues siento que el cuerpo se regresa a donde estaba y ese momentito en que te empujan , es una gran ayuda . Avisa cuando va a ser la prox clase ajustadora por favor ! un fuerte abrazo , A.
kimi says
Hola Armando! muchas gracias por compartir:) me gustó lo de la «clase ajusatdora» jiji, lo tendré en mente para organizar una! Realmente un buen ajuste puede marcar la diferencia entre hacer y SENTIR una postura. Te mando un abrazo!
Lety Palacios says
Hola Kim.. quiero comentarte que en una clase que diste en el MUSAN (Museo de San NIcolas), acá en Monterrey , te acercaste a hacer contacto con mis manos para hacer un estiramiento mejor.. y me sentí confortable , tienes unas manos mágicas, y entendí que debía sentir mejor la postura y así lo hice jejeje.. Gracias por ello , espero regreses pronto . SAludos muy cariñosos 😀
kimi says
Un abrazo Lety! espero también vernos pronto por de nuevo por Monterrey. Gracias por tus palabras!
PAOLA DE NIGRIS says
Hola Kim. Para mi como alumna es muy importante que la maestra me asista. Mi primera maestra fuè tu mamà. Estuve felìz pues gocé un año de tener maestra «casi» particular.
Todo el tiempo nos recordaba de las bandas, la respiración, la mirada, etc. Indicaciones demasiado precisas.
Le agradesco todo el empeño que tuvo en ajustarme, fuè mucho muy cuidadosa conmigo, nunca me lastimè y aprendì la forma correcta de hacer cada postura.
Me encantaba que me diera un pequeño empujoncito pues fuè asi como pude amarrar rápidamente y agarrar flexibilidad. Esto me motivò mucho.
Si no me ajustan continuamente, me queda la duda de haber hecho la postura en forma correcta.
Siempre constante y puntual, hubo noches que hicimos la práctica a 7 grados bajo cero.
Mejor comienzo no pude tener.
Dile que la recuerdo con mucho cariño.
Paola
kimi says
Hola Paola, muchas gracias por compartir tu experiencia 🙂 Le pasaré el mensaje a mi mamá. Es bonito recordar clases/maestr@s que disfrutamos y nos hacen sentir bien! Un abrazo!!
Dani O says
Gracias Kim! esto llega en el mejor momento, lo voy a compartir con mis compañeras y compañero del entrenamiento. Te esperamos pronto! Un abrazo!!
kimi says
Gracias Dani! Nos vemos muuuuy pronto! Un besooo!
Norely says
Hola Kim, la manera de expresar tu experiencia profesional y afectiva me parece recomendable en todo contacto, el yoga en especial requiere de esa empatía de la que hablas y que además yo la he experimentado como alumna en uno de tus curso que he podido tomar, gracias por compartir y que estés abierta a aprender. Para mi si es importante los ajuste, más es esencial aprender a escucharme yo misma y a ser generosa, además que mi actual maestra nos lo reitera, y una de las cosas que mas aprecio que las instrucciones sean claras y empáticas en esto se resumen como dices tu una buena ajustadora. Me gustan los ajustes desde está óptica. En mi profesión de terapeuta Gestalt, es esencial el respeto a la persona y la empatía. Saludos.
kimi says
Muchas gracias por compartir tu experiencia Norely y desde tu visión de terapeuta Gestalt. Coincido contigo, la empatía es la base para crear una conexión efectiva, ya sea físicia o verbal:)
Saludos!
Sandra says
Gracias Kim! Gracias por recordarnos que nuestros ajustes no sólo tienen que ver con alineación y postura, sino con toda una conexión humana y sanadora… Un abrazo!