Cada vez hay mas personas acercándose a la práctica de yoga y los grupos son cada ves mas diversos: mujeres, hombres, jóvenes, mayores, personas que llevan años haciendo practicando algún deporte, personas que tienen años de no hacer nada…
Como instructores de Yoga debemos esta preparados y conscientes de esto. Nuestra observación y cuidado debe ser mucho mas sutil, aprender a observar tendencias, movimientos por costumbre, mentes dispersas y lo mas importante aprender a observar el cuerpo de nuestros alumnos. ¿Donde hay tensión?, ¿Donde requiere mayor atención?, ¿como voy a adaptar, realinear las posturas para que mejor sirvan al alumno? – La práctica no es una medida para todos, desde nuestra práctica personal a saber como personalizar la práctica al guiar un grupo, es nuestra responsabilidad nutrir esa habilidad.
Has notado en tu práctica posturas que naturalmente se te facilitan desde las primeras clases, otras en las que de entrada notas que «no hay forma» de lograrla o que el avance es muuuy gradual?… Como instructor de yoga has notado chicas que vienen de clases de baile super flexibles, pero con mucha falta de estabilidad y tono… u hombres con trabajo de gim en posturas de balance sobre brazos pero imposible abrir el pecho o hacer una flexion al frente?. Algunas personas que naturalmente entran a posturas sin esfuerzo, otras que las misma postura pueden estar años trabajando en ello… Hay diferentes razones para ello, desde el tipo de cuerpo (genética y ambiental), experiencia en otras actividades físicas, tensión acomulada de por estilo de vida o práctica de algún deporte, lesiónes antiguas o recientes, y por su puesto el estado mental, cargas emocionales o situaciones por las que en ese momento este pasando el alumno… Son muchos los factores que se reflejan en nuestra práctica.
Los mas importante aquí es reconocer que la práctica es 100% personal, y transmitir esto a los alumnos: no existe la postura perfecta, no hay metas, no existe el cuerpo ideal para practicar yoga. Hacer un hanumanasana completo (split) no nos convierte en mejores personas. Lesionarse por ir mas allá en un asana no nos hace «mejores yoguis» o mas disciplinados. El Yoga nutre y sana. Y lo mas mas nutridor es honrar el cuerpo, disfrutar el proceso, encarnar cada asana respirando, observando, quizá poco a poco disolviendo limites, animarnos a darnos cuenta. A veces profundizar es sacar miedos mentales para aventurarnos a ir mas allá! a veces es simplemente estar bien en donde estamos.
Ahora comparto contigo 3 factores que podemos observar en nosotros mismos y que como instructores de Yoga al estar atentos a ellos, puede ayudarnos a ofrecer una práctica mas aterrizada, nutridora y educativa. No importa si es un grupo con una práctica intermedia/avanzada o si son principiantes o irregulares. Estos tres factores van a determinar la forma, el enfoque y la seguridad con la que cada uno puede realizar cada postura. Ademas brinda la posibilidad de darse cuenta de aspectos mas sutiles o profundos que son reflejados a través del cuerpo. Estos factores son:
- Compresión
- Tensión
- Proporción
Compresión: «la restricción final» Es cuando el hueso toca hueso. La práctica de Yoga no cambia la compresión. Tiene que ver con la forma de los huesos, el espacio físico entre ellos, y el rango de movimiento que esto permite. Por ejemplo si extiendes tu brazo al frente de ti, palma de mano viendo hacia arriba la articulación de codo llega a su limite al estirar completamente tu brazo. Hay quienes rebasan la linea horizontal ( hyperextención), hay quienes no alcanzan a extender completamente el brazo porque «hasta ahí toca el hueso». Cuando hueso toca hueso ese es el límite. Nunca queremos sentir ese tipo de compresión.
> Importante: Atención sobre todo al trabajar posturas de rotación interna (virasana) y rotación externa (loto) en estas posturas es muy puntal el rango de movimiento permitido por forma y tamaño de la cabeza del femur y la forma del acetábulo, el «hueco» donde se acomoda la cabeza del femúr y es crucial para la salud de las rodillas. Así como en las posturas profundas de extención (arcos) en las que la distancia entre vertebras, también casino online marca el rango de movimiento saludable de la espina en cada persona. Nota que no todas las posturas benefician a todos y muchas veces están determinadas por compresión de huesos y no por falta de flexibilidad o práctica.
Tensión: La tensión de tejido suave es tensión de tejido contectivo y muscular. La práctica de Yoga Si puede cambiar la tensión, requiere tiempo y paciencia. La mayoría de los practicantes de yoga lo hemos experimentado en algun nivel, literalmente los músculos se abren, se liberan, realizamos asanas que parecían imposibles en un principio! La tensión muscular puede ser ocasionada por estrés, estilo de vida, cuestiones emocionales y por genética.
Un punto interesante (cuestión genética) al observar la tensión es la proporción de colágeno y elástica presente en el tejido conectivo. Las personas con mas colágeno que elastina son naturalmente mas fuertes y tonificadas, pero no muy flexibles. Por lo general necesitan mas tiempo y generar calor para que los músculos comiencen a abrirse. Somos las personas que nos sentimos muy bien en una clase de verano, que el ambiente está cálido y húmedo.
Las personas con mas elástina, menos colageno, son naturalmente flexibles, pero no tan fuertes. Requieren trabajar en tonificar y no «hundirse» en articulaciones. Esto no es una regla absoluta, existe todo el rango intermedio, pero es bueno tomarlo en cuenta.
> Importante: Si existe tensión, lo escencial es dar tiempo y espacio para que el cuerpo literalmente «de permiso» de profundizar. Aquí es básico trabajar con la respiración profunda y dirigida. Prepara el cuerpo para realizar posturas mas profundas, generando calor, a traves de una secuencia bien diseñada, aprendiendo a respirar a cierta cierta área, etc… En el caso de asistir, nunca forzar o empujar.
Proporción: Esta es una de mis favoritas y la que mas me sorprende y sorprende a mis alumnos cuando lo hacen consciente! Tiene que ver con la relación de una parte de tu cuerpo con otra: el tamaño, forma y proporción de los huesos. Ej. largo de tus piernas y tus brazos, el largo de tu torso, la forma y posición del fémur (los huesos largos de tus muslos), el ancho de tu cadera, la forma de tus brazos, entre otras.
Aquí vamos a usar props, variaciones y realinear posturas para adecuar la postura a cada cuerpo, y nunca al revés. Muchas alineaciones tradicionales están basadas en un tipo de cuerpo (cuerpo V) hombros anchos, cadera angosta, brazos rectos, piernas rectas. ¿Que pasa cuando nuestra cadera es mas ancha que hombros?, ¿como cambia la base para estar estable en las posturas de pie?, ¿Que pasa cuando existe piernas en X (cuando los muslos se tocan y los pies quedan separados, o el contrario piernas sambas (pies juntos y rodillas y muslos separados)?, ¿Que posturas van a ayudar a este alumno a balancear su fuerza muscular para mantener sus rodillas seguras?, ¿Como adapto las posturas y que props uso para alguien con brazos cortos, por ejemplo en torsiones o transiciones?, ¿De que forma vas a realizar posturas sobre brazos, como perro boca abajo para una personas con codo valgo (ángulo de carga) para evitar la tensíon en hombros y espalda alta?- que por cierto, es una característica presente en mas del 50% de las mujeres. Todo esto va a determinar como cada uno de nosotros o nuestros alumnos construimos cada postura.
>Importante: es muy importante notar estas carcaterísticas en nosotros mismo y nuestros alumnos, pues realizar movimientos o posturas que no se integran a nuestro cuerpo, sobre todo en posturas comunes y que se repiten bastante como planchas, perro boca abajo o guerreros, causan lesiones silenciosamente a través del tiempo, ósea, el alumno puede no sentir ninguna molestia por meses o años, pero va a llegar un momento en que resienta la tensión o compresión y pueda ocasionar una lesión grave – que muchas veces pudo ser evitada solo al modificar su alineación.
Lo mas valioso de esto para instructores de Yoga, es que los alumnos aprenden a reconocer su cuerpo único, a SENTIRLO, a confiar en su intuición, y finalmente a no esperar seguir una indicación externa, sino que aprenderá a tomar esa información, sentirla, tomarla o soltarla. La práctica comienza a tener una respuesta interna.
Se requiere práctica y atención para nutrir la habilidad de observar cada cuerpo único y se requiere también salirse de «reglas». Recordemos que hasta los grandes maestros de Yoga pioneros en traer yoga a occidente adaptaron y tomaron la práctica a su cuerpo, entendimiento y visión. El ejemplo mas claro es observar a los alumnos directos de Krishnamacharya: K. Pattabhi Jois, BKS. Iyengar e Indra Devi. Todos aprendieron directamente del mismo maestro. Cada uno creó e interpreto la práctica a su experiencia, incluso sus mismos sistemas evolucionaron con el tiempo. ¿Linajes?, ¿Yoga Tradicional?, ¿Yoga com debe de ser…? Personalmente creo en a evolución y adaptación de la práctica, como arte y ciencia VIVA. El Yoga para nutrir y sanar, que me permita seguir disfrtando de mi práctica por muuuchos años mas, radiante y saludable, y lo mismo deseo para mis alumnos.
>> ¿Identificas alguno de estos factores en tu práctica?, ¿Cual es tu experiencia al enfrentarte a posturas que parecen lejanas de lograr?, Si eres instructor de Yoga ¿Notas estos aspectos en tus alumnos, y como lo manejas?. Deja tu comentario o experiencia aquí abajo:) Agardezco mucho tu colaboración y palabras. Gracias!
>> Si te gusta, por favor comparte:)
Hdewey says
Sin duda cada persona es única y diferente, creo que es como los hijos, cada uno con características especiales.
Ojalá todos tuviéramos la capacidad de observación y conocimientos para hacer las cosas mejor.
Dora Hernández G. says
Afortunada de haberte tenido como maestra, disfrutaba mucho tu clase, la calidez, tacto y conocimiento que compartías en cada una de las prácticas. Gracias Kim.
Excelente artículo .
Anastasia Fernandez says
Muy cierto todo lo que dices Kimy, gracias por tomarte el tiempo de escribir estos puntos tan básicos e importantes para tod@s quienes somos practicantes! Me encanta que compartas y nos recuerdes para lo que realmente nos nutre el yoga. Me ayuda mucho a no perder de vista eso que me llevó a entrenarme como maestra y seguir aprendiendo más cada día.
Estoy consciente de la responsabilidad que implica dar una clase. Y también tomar una clase 🙂 Cada vez más atenta a lo que siento y hago por mi cuerpo y lo que digo o las indicaciones que doy en clase.
Besos!
Carito says
Kim muchísimas gracias por todo lo que publicas, me resulta muy útil en mis clases y siempre sonrío al recibir tus correos, porque se que será información muy valiosa para tod@s….abrazos!!!
Anabel says
Me encantó tu artículo, muy importante tener todos estos aspectos presentes tanto en nuestra práctica como al dar clases. Gracias por compartirnos tu experiencia y conocimiento.
Namaste
César Villanueva says
Comentarios muy valiosos, cuantas veces olvidamos estos factores al estar dictando una práctica. Son básicos para entender el cuerpo de alumnos y para poder llevarlos más allá de su condición inicial de un forma sana. Gracias por compartirlo. Namaskar
Lety Palacios says
Gracias Kim esta lectura me pareció muy interesante, pues no sabía estos aspectos de mi cuerpo , a veces me aferro a hacer alguna postura y no la disfruto.. tengo que escuchar mas y hacer conciencia de lo que siente mi cuerpo.
Vaya que aprendí… besos !!